sábado, 30 de junio de 2007

Malos vientos.

Porque SÍ , me ayudaste a librarme de ese anzuelo. SÍ , te dedicaste a curarme cuidadosamente. Pero aún te falta devolverme al agua... ¿ no ves que todavía necesito que me des de respirar? Me dejaste sin las pocas escamas que me quedaban y ahora dejas que el viento seque mi piel.
Por suerte siempre la tendré a ella ... siempre dispuesta a darme aliento; y a él indirectamente ( sí Él ) , sorprendentemente. Me siento orgullosa de ellos. No espero nada así de ti , pero me gustaría que ocurriese.
Ahora mismo ella es la que se preocupa por darme de respirar , por mantenerme viva. Es la que me alimenta , la única que sabe decirme lo que quiero oír y la única que sabe convencerme de que si algo que ella diga duele , es por mi COMPLETO bien. Y esque mujer tenía que ser...
SÍ , me hiciste valorar lo que soy. Tú sabes que no miento , por puta desgracia no tengo ese don.

Simplemente ver mi nombre allá , allá escrito , me dice que tú tampoco estás sonriendo. Y a pesar de todo tengo fundamento para mi comportamiento. Y esque cuando sientes que una bala atravesó tu cuerpo , te pones a la defensiva... , ya sospechas cualquier cosa del criminal , que quizá lo hizo en defensa propia. Pero realmente sabes lo que hay detrás de eso... , lo sabes.
Y no queda más. y dices lo que no piensas y quieres lo que no sientes. Y luego llega el arrepentimiento... , por todo y por nada , no sabes por qué ni cómo , pero llega. ¿ Crees que no ? A ti también te llegará algún día , aunque no quieras creértelo. Espero que no sea ésta una manera de ayudarte a ello... si lo es... , no voy a decir que no fue en parte intencionadamente.
Sólo falta que elijas de lo que te arrepientes. Eso es para ti , no pretendo que me lo digas... aunque sí quisiera oírlo. Ahora mismito cambia el viento para mí. Mi mente cambiará de rumbo con las olas y no habrá nada por hacer.

miércoles, 27 de junio de 2007

» Hoy quiero romper con la monotonía.
» Hoy quiero meterme en el armario y salir por el otro lado al encuentro de un nuevo mundo.
» Hoy quiero vivir mi propio cuento de hadas.
» Hoy no quiero pensar en el mañana.
» Hoy no quiero crecer.

Nunca Jamás :) .

Absurdo.

- No veo , límpiame los ojos.

- Si padeces de cataratas no puedo ayudarte. Búscate un cirujano.

- No digas estupideces , límpiame los ojos.

- No y no. No me lo pidas más.

- Anda... , quiero poder ver más allá de mis narices.

Y me limpió los ojos por dentro y con limpiacristales de aroma a fresa.
Dulce escozor , nítida visión.

martes, 26 de junio de 2007

Siempre hay un pero.



Ella sigue sin arrepentirse de nada.



Despedida.

Y hoy la niña ve que perdió un sueño por querer salvar una ilusión destinada al fracaso.
Y una vez más , la niña se sintió un poco más sabia , un poco mayor , un poco más vieja.
Así es la vida.
Otra vez más la niña se convenció a sí misma de la validez del "carpe diem" y comenzó de nuevo su vida lejos del sufrimiento , pero sin privaciones.
Prometió no esperar jamás ningún otro príncipe azul y contentarse con lo que tenía ante los ojos , pero sin ser conformista.
Voló un último beso para el que la hizo crecer y ella emprendió el camino de regreso a su país , jurando no volver por las tierras que dejaba si no era estrictamente necesario , jurando no volver a menos que él no fuese feliz.

lunes, 25 de junio de 2007

Roma

Una tarde soleada de verano. Una hermosa joven , un apuesto italiano y dos cremosos helados.
Los ojos de ella negros , blanca la tez y silueta infantil. De gestos delicados , femeninos y aniñados , un toque de oscuridad en su mirada.
Él de ojos verdes , rubio , elegante pero sencillo. Desenvuelto , agradable , ideal.
Los dos caminan a paso lento , disfrutando de las hermosas vistas de la ciudad mientras saborean sus helados. Al parecer el quisiese saborear algo más.

- Un día te enseñaré a bailar tango. - a ella le agrada escuchar ese acento característico del país , su melódica voz y esa gracia propia de él.

La chica sonríe , le da un beso y echa a correr; dobla la esquina. Él corre tras ella; la pierde de vista.

La muchacha no quiere escuchar a su conciencia. No escucha a su pensamiento , que parece ser ajeno a ella en esos momentos.

- Renuncias a un sueño . ¿Por qué?- ella no se arrepiente de nada.

Caminando hacia su casa mira embobada una foto que llevaba en su cartera. Es de un muchacho joven , lindo , con defectos... , real ( aunque inalcanzable ). Ella sólo ve en la imagen la perfección de ese ser.
Abre despacio el portal y toma el ascensor. Tropieza con la vecina por no mirar adelante. Ya en casa , se sienta en una confortable butaca. La chimenea encendida ; arroja la fotografía que miraba al fuego.
Un papelito arrugado en su mano... , el número del apuesto italiano; también deja que las llamas lo consuman. Se acomoda con los pies encogidos en la butaca y saca su cartera del bolsillo trasero de su pantalón ( ella no lleva bolso ) . Está ahí... , por suerte tenía una copia de esa foto.

Se queda dormida observando su sueño roto...

domingo, 24 de junio de 2007

Sorbete de limón.

Y después de tan larga y paciente espera , al fin llega el día.
Llego quince minutos antes , me siento a esperar el último cuarto de hora. Un joven desiste tras haber intentado pedirme la hora mientras yo , demasiado ocupada en imaginarme como será , no presto atención a nada excepto al panel de llegadas , de vez en cuando.
Y se retrasa , pero no me importa esperar.
Al fin lo veo llegar por aquellas puertas , tras las que uno suele ser recibido con besos , abrazos , emoción y lágrimas de cuando en vez. Pero esta no es como las demás. Esta es la primera... Me resulta extraño y sé que le resulta extraño. Se muestra indiferente pero interesado , evita el mirarme , se le escapan miradas. Me muestro fría , pero con esa cálida y empalagosa sonrisa que ya no me puedo quitar . No me importa mirar su tierna
expresión descaradamente. Ganas...

- ¿ Dónde está el aseo? - [ sí , como esas].

-
Sígueme . - [sigue ahí esa estúpida sonrisa].

Otra vez esperar... , sabiendo que esta vez sí será la última , sabiendo que tomaré , que he de tomar alguna determinación. Entonces nos encontramos de nuevo , uno frente al otro. Sin saber qué hacer o qué decir le miré a los ojos y sonreí. Y al fin llegó... subió la marea y quedé bajo el mar , totalmente sumergida en él... derritiéndome en su boca , sus manos me quemaban... , temí una taquicardia y entonces... , solo entonces me tranquilicé , el sosiego se apoderó de mí al momento , me concentré en ese instante tratando de escuchar su subconsciente y...

- ¿Ese ruido?

- ¡Arriba! Que ya es hora... ¡Llegarás tarde!

- Sí mamá.

Y mientras me como , acompañada , una gran
tarrina de helado de limón ; mientras lamo mi cuchara te cuento este dulce sueño , ese ácido despertar.