De estas cosas

Y en mis brazos; haciendo muecas con suaves pétalos de tulipán. La piel suavita , que noto mucha pelusilla cuando le aprieto fuerte un beso en el hocico. El nombre tal como me lo dijo lo acepté , sintiendo que venía así nacido de toda la vida , incluso antes de surgida de los océanos de aquí. Tch , tch , tch. Lucho me mira como quien abre los ojos por primera vez.

Ella; se escondía bajo las descubiertas barandas que había a la entrada de la nave. Nos seguía a todas partes. La pequeña atacaba fiera , en vano , cuando el bruto la hacía sentirse amenazada. Rodaba chica pelotita de papel de aluminio hasta llegar a los portones del camión oscuro. Como no se la comía el gato me saboreaba el poco óxido de la inmediatez. Luego de mirar hacia dentro el rato suficiente como para dilatar bien las pupilas , salía al trote y hasta otro día.

El nenito de pelo alborotado que me cogía por el pescuezo. Allá me traía al bruto , pero el nene no me tiraba pelotas. Miraba de lejos con un cordel largo y el chiquito sólo me tenía miedo , pero me cogía por el pescuezo. Otro día fue que se vino para mi casa y me dijo que se diera cuenta de que no había aprendido y que yo seguía teniendo miedo.

De nuevo los animalitos tuvieron demasiado largas vacaciones. Al regresar se ve que ahora es el zorro el que pasea todas las noches por la ciudad de Londres.

Se dejó el pelo y se limó las uñas. De ahí fui viendo como el zorro veía. Que su pelirroja era suerte y nada más , la del nené y el recién nacido. Aparte se le fueron muriendo los hijos poquito a poco y quedó inimaginablemente sólo. Apenas reponiendo uno cuando se enferman dos y morían cuatro , para así sobrevivir por un tiempito.

Se murió la gata. Y lloré más que por el tío del abuelo. Pero como yo no quiero matarla , aquí la niñita divina sigue viviendo con toda su ella regresada. Que estoy sola en la habitación y me agobia tanta gente.

La penúltima copa hasta la siguiente botella. ¿Es mucho pedir que no sea clorhídrico? Joder...

¿Os disteis cuenta antes de que se apagase mi Sol?
Me hicisteis.
¿La vela que iluminaba mis pasos , el anticongelante de mi corazón?
La soplasteis.
¿Mis perdones automáticos , mi humildad y mi incapacidad de odiar?
Os la papasteis.

No entiendo qué problema había en dejarme vivir mínimamente feliz y tranquila así como me viniese en gana.
Siempre habéis buscado mis lágrimas y yo nunca arañé un rasguño a sabiendas.
Estoy harta.

Harta.
De ser débil.
De vuestras burlas , de vuestras palabras hirientes.
De vuestros actos en mi contra , de vuestras jodidas mentes.
Retorcidas.
Espeluznantes.
Humanos insignificantes...

Cansada.
De comer sazonado en gotitas saladas.
De que no les importe.
De que pregunten si no les importa.
De que se callen cuando les merece atención.
De no saber tratar mi desesperación.
De vuestra realizada mala intención.

Cerdas...
¡Brujas!
Meigas.
Pirujas malvadas.
No me metáis en vuestros siniestros planes para intentar ser hadas.

Putos...
¡Cabrones!
Truchos.
Melones huecos.
Parad ya de absorber mi sangre para mojar vuestros labios secos.

Sanguijuelas.
Chupasangres.
Quitavidas.
Humanos insignificantes.

¡Por favor! Pensad un poco.
Vivid un poco.
Intentad vivir concordando con vosotros mismos mientras vivís y os digo que dejar vivir a los demás , ayuda.

Vale , yo tampoco valgo nada.
Está claro que si Dios nos hizo a su semejanza , Dios es mierda igual que nosotros.
Y que vosotros hicísteis que nos hiciera , de ahí que sea mierda.
Y que vosotros siempre lo habéis sido , de ahí que hayáis hecho a Dios.
¿Hay algo más?
Es necesario.
Pero es más satisfactorio poder notar éso.
Sin necesidad de autoengañarnos.
Sin necesidad de creer porque sí.
No valemos nada.
Somos nada concentrada.
Y hacia menos vamos los europeos como sigamos así.
Sed al menos un poquito de coherentes.
No seáis simios.
Y dejadme vivir en paz , os lo agradecería.
Nada más...
Y perdonad el sermón.
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Creí estar a punto de perder la cordura... , no sé cuánta me quede.
Lo siento.

Que quiero ver el otro lado digo.

Sonrójame con tu picardía.
Que me choque tu frialdad.
Que tus cálculos sean exactos.
Que me arrastres hasta tus pies.
Que allá mismo me obligues a besarlos.
Sácate el angelito de encima.
Úsame , abúsame , particípame y aprovéchate.
¡Que me siento inútil!

Amor.

No recuerdo con exactitud sus palabras aquélla que me advirtió sería la última noche. Sé que esa paz ralentizaba sus movimientos , pero yo no le pagué por una clase de espiritismo.

Ocho de la mañana , cadena ser. Son 4ºC en . . .

Me vi tirado en la calle puesta una manga de la camisa , los pantalones desabrochados y un frío de dos pares de cojones. Me terminó de despertar un ruidoso portazo en las narices. Para mi sorpresa ella también quedó afuera y se dejó caer como muerta , deslizándose sobre la puerta. Miraba con recelo como me tambaleaba entre sus piernas y apenas en el balanceo rozaba su piel debido a mi torpeza matinal.
En tanto Diana lloraba en silencio y sin lágrimas una vez más , me concentré en respirar. Me levanté y sin miramientos caminé hacia el primer horizonte que vieron mis ojos. Notó como mi figura se difuminaba en el camino pedregoso y estoy seguro de que si no siguió tras de mí fue porque no llevaba zapatos.

-¡Joder!

Me quedé tumbado , tal como había caído disfrutando el ardor de las rozaduras como pretexto para quedarme observando el cielo de encima de su casa.
Cerró la puerta.

-¡Troc!¡Plom catlán!

-¡PUTAAA!

Una piedra quebró el cristal de la cocina. Niños... le habían perdido el respeto de cuando ejercía. Está claro que sus miradas furtivas no alcanzaban a ver más que una silueta poco nítida , pues nadie puede pronunciar siquiera algún sonido desagradable en presencia de esa mujer; ojos brillantes , seductores de profesión incluso de la mente más inocente de éste y los pueblos vecinos.
Recuerdo que aquella mañana muchos pasamos a estar muertos para ella , ya nunca dejaba la puerta entreabierta en las madrugadas.
Me dejé tumbado en la arena gruesa y salí volando para entrar por alguna ventana en donde espiarle de cerca. Ésa vez noté que el de detrás del cristal era un espantapájaros , de ésos "poetas de bragueta y revolcón" a quienes ahora ella recibía con portazo en la cara. La mirada maliciosa del susodicho era demasiado notoria como para que Diana pudiese reconocerme a mí en la profundidad turbia de aquellos ojos. Lo intenté mil y una veces , pero dejé morir al tío rápido.
La siguiente vez ella me buscó con tanta desesperación que creo que fue la última en que logré verla más de cerca hasta antes de mi muerte. Los meses tardaron tanto en pasar que las horas volaban livianas entre muchas bellezas improvisadas y más de esos incontables cuentos. Los mejores manjares eran siempre sobre su piel y las más bonitas eran de su boca y su mente precipitada. Pero llegados acá el susodicho tipo se me enfermó y tuve que dejarlo en fantasma a destiempo. Entre tantos muñecos ninguno más a destacar , pues tengo claro que a quien quería ella era a mí. Sin embargo otro día encontré un modelo muy bueno y aún así me costó lo suyo entrar en la casa de la chica. Era tan bueno que conseguí una noche acercarme más que nunca. Tan bueno que sus defectos no eran más que bondad en exceso y por consiguiente sólo Diana cabía en su caja torácica. Así poquito a poco me vi reduciéndome a un rinconcito preciado por su situación en el cuerpo de ella. La última vez se apretaron tanto... que me salí por el ombligo del tipo y llegué a tocarla , me pegué a más no poder , mi membrana se fundió en su piel y en ella fallecí. Desde ese momento sólo se que ella me reprochó , no entiendo por qué : " ¡Eres mas cambiachaquetas que una puta gratis! " . Quiso dejarme morir y me sentí arrojado al vertedero. No se despidió sin antes pedirme un favor. Me pidió que yo le explicase lo que pasaba afuera , ya que ella ignoraba lo que ocurría adentro.
Cielo , después...

El futuro no existe , vea pues Amor que no tengo tiempo para adicciones masoquistas.

La fiebre de la piruleta

Una , que no se acostumbra a vivir.
Ganas , las hay.

- ¿Quieres una piruleta?

Sí , de ésas.

- ¡Ahh! Pero mejor te pongo una inyección.

¿Ganas dije? Venga , quítamelas.

- ¿Heroína?

- ¡Qué va , qué va! Cianuro.

Vamos , deprímeme.

- Pero yo quería un chupa chups.

- Bueno , ni pa ti ni pa mí. ¿Te hacen unas garrapiñadas?

"The pleasure of sucking".

- Total , después del cianuro se te pasan las ganas.

Yo lo quería de cola...

- Bueno , va.

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No pretendo que entendáis... , ya cuando tenga tiempo publicaré algo en condiciones =)

Noches.

Palpita en mi nuca la sangre hierve en las orejas ejercen presión las burbujas. Los ojos hinchados tras trasnochar el fin de semana y recuerdos recientes ciscados por doquier. Las drogas , la sangre derramada , amigos por el camino...

" Bueno , a la final me lo pasé bien ".

Cierto que sé mucho más de ellos , pero aparte de lo obvio en que nuestros seres queridos se nos van tarde o temprano , no me gusta pasarlo mal en las noches de parranda porque un niñato hasta el tope de cocaína venga haciendo gilipoyeces porque parece apetecerle pasar lo que queda de madrugada en el calabozo. Y en este ambiente cargado y tenso a puñetazo limpio , a cualquiera le explotan la vena hinchada de la sien , junto con ella sentimientos reprimidos consiguiendo , además de aumentar la tensión , derramar mares de lágrimas por parte de todo el grupo.
Tampoco olvidaré nunca aquellos gritos sollozados de una noche de verano:

" Un mes tía... , un puto mes de vida ".

El puñetazo en la pared , la mano rota , los cristales quebrados , la sangre brotando , el cenicero hecho añicos y las cenizas por encima.

Había un tiempo en que no entendía cómo es que la gente se alejaba siempre de esta clase de personas , pues tienen un gran corazón , además de ese ímpetu que a uno le provoca acudirles , ayudar a esta buena gente que se fue por el camino que no era... ó simplemente allí fue nacido , allí se crió , bien no conoce ningún otro ó ya no se acuerda de por dónde regresar al que sí lleva a parte alguna. Mas estas noches de desastre se repiten cada vez con más frecuencia en tu presencia y la gravedad de las situaciones es directamente proporcional a la confianza , que se va forjando con rapidez durante los malos ratos. Entendí que ésto es algo que una persona de bien no puede tolerar a diario y a pesar del inmenso cariño hacia los barriobajeros , esta gente parece que no se deja ayudar , incluso cuando están ya muy convencidos , porque es que la verdadera ayuda tiene que venir de uno mismo y bien se sabe que que te enseñen a autoayudarte es algo bastante complicado. Es evidente que ésto causa gran desmotivación lo que implica sufrir sin comerlo ni beberlo , a pesar de la gran fusión de blancos y tristes , a veces alegres pero sobretodo intensos sentimientos.
Entonces sé que algún día , en lugar del hasta otra y los dos besos habituales , me despediré con un simple ADIÓS... y ocultando un par de lágrimas rezagadas.