martes, 6 de enero de 2009

¿Qué?

¿Que por fin te calmas?
¿Que no temes perder el alma?

¿Tu armario es tan pequeño
que ya no te entra el sueño?
¿Tu almohada está encamada?

¿Y tú obligado a tener
la cabeza en los pies?
¿Los pies en la cabeza?
¿O al revés?

Lo único que sé es que ME DUELEN LAS VÍSCERAS.
Que no río ni en las vísperas.
No me acuses de escribir algo que no vale nada...
porque estoy enajenada
y este dolor que he creado
está algo mareado
y lo cuido y lo mimo con dedicación,
es lo que llaman alienación.
.
.
.
O quizá sólo me estoy convirtiendo en un alienígena.

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