Y después de tan larga y paciente espera , al fin llega el día.
Llego quince minutos antes , me siento a esperar el último cuarto de hora. Un joven desiste tras haber intentado pedirme la hora mientras yo , demasiado ocupada en imaginarme como será , no presto atención a nada excepto al panel de llegadas , de vez en cuando.
Y se retrasa , pero no me importa esperar.
Al fin lo veo llegar por aquellas puertas , tras las que uno suele ser recibido con besos , abrazos , emoción y lágrimas de cuando en vez. Pero esta no es como las demás. Esta es la primera... Me resulta extraño y sé que le resulta extraño. Se muestra indiferente pero interesado , evita el mirarme , se le escapan miradas. Me muestro fría , pero con esa cálida y empalagosa sonrisa que ya no me puedo quitar . No me importa mirar su tierna expresión descaradamente. Ganas...
- ¿ Dónde está el aseo? - [ sí , como esas].
- Sígueme . - [sigue ahí esa estúpida sonrisa].
Otra vez esperar... , sabiendo que esta vez sí será la última , sabiendo que tomaré , que he de tomar alguna determinación. Entonces nos encontramos de nuevo , uno frente al otro. Sin saber qué hacer o qué decir le miré a los ojos y sonreí. Y al fin llegó... subió la marea y quedé bajo el mar , totalmente sumergida en él... derritiéndome en su boca , sus manos me quemaban... , temí una taquicardia y entonces... , solo entonces me tranquilicé , el sosiego se apoderó de mí al momento , me concentré en ese instante tratando de escuchar su subconsciente y...
- ¿Ese ruido?
- ¡Arriba! Que ya es hora... ¡Llegarás tarde!
- Sí mamá.
Y mientras me como , acompañada , una gran tarrina de helado de limón ; mientras lamo mi cuchara te cuento este dulce sueño , ese ácido despertar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Tengo el honor de escribir el primer comment del blog -y no será el último-.. Bueno nada que hacer, todo lo dicho dicho está... y si, me encanta como escribes.
muy boneto.
Típico.
Publicar un comentario