lunes, 21 de diciembre de 2009

Las palabras nunca han sido nuestras mejores aliadas.


Simplemente es ASÍ como te necesito. Y tomarnos un ratico para expresarnos sin censura. Prescindir de los ojos y se hagan grandiosas las manos.

Sólo un momentito..., quiero saber cómo sabes, recordar cómo sabes, descubrir tu sabor..., frente a ti y aliento con aliento.

Que no pesen las miradas, esta vez no esculcaré tus pupilas, pero déjame espiar tus labios con mis pestañas.

Saber dónde estás en cada instante, aún a oscuras y sin contacto... sentirte como otra parte de mi cuerpo.

CREER en la perfección del amor; de nosotros, tú, yo, sin reproches..., sin pedir pero buscando la manera de dar, más que de recibir.


Buscando la belleza de tus manos, el tacto de tu espalda, el aroma de tu nuca; tus labios de textura indescriptible y los oídos, que más que escuchar sienten en cinco dimensiones.

Y voy a explorar tu mundo (no hagas ruido, no te muevas). Déjame moldearte según mis sueños nos guíen..., amor, ente perfecta. Sólo unos minutitos.

Aunque no me detendré..., hasta que tengas que agarrarme de las yugulares. Y así con mi vida en tus manos..., me protejas.


Regálame un rato sin censura, para que sepas de la forma en que DE VERDAD te siento. Las palabras nunca han sido nuestras mejores aliadas...